EL VICEPRESIDENTE SANDRO ROSELL Y EL DIRECTIVO JOSEP MARIA BARTOMEU SE VAN POR DISCREPANCIAS CON LAPORTA
Sandro Rosell ha presentado su dimisión como vicepresidente deportivo del FC Barcelona. El ya ex dirigente azulgrana se va por sus diferencias con el criterio mayoritario de la junta, encabezada por el presidente Joan Laporta, al que ha acusado de falta de independencia, democracia y trasparencia y de no respetar "el proyecto con el que ganamos las elecciones" en junio del 2003.
2/6/2005.-Rosell deja el club junto a Josep Maria Bartomeu, hasta ahora directivo responsable de las secciones, que ha coicidido con él en denunciar el, a su juicio, carácter "presidencialista" de Laporta.
Los dos ex dirigentes barcelonistas presentaron su dimisión por escrito a Laporta, con el que mantuvieron una breve conversación antes de explicar hoy en una rueda de prensa el por qué de su marcha. La decisión, según dijeron, la tenían tomada desde el pasado fin de semana, una vez finalizada la temporada en todas las secciones del club.
"El hecho de presentar mi dimisión ha tenido un coste (...). Parece imposible dejar una responsabilidad como la mía sin que suponga un revuelo en la entidad más mediática del país. A pesar de que siempre he pensado en el club antes que en mi propio beneficio, pido disculpas en el caso de que haya ocasionado algún perjuicio", asegura Rosell en su escrito.
"Hace meses que vivo una situación muy incómoda, derivada de un hecho que me entristece. El proyecto que aquel grupo de jóvenes ilusionados explicaron durante la campaña electoral se ha ido desvirtuando a lo largo de la gestión de estos dos años", añade.
El vicepresidente deportivo dimisionario considera o que no entendió la idea con la que Laporta accedió a la presidencia o "por la razón que sea, las cosas han ido cambiando para desembocar en una gestión sin independencia, transparencia ni democracia en el seno de la directiva".
"Me voy por estas razones. Son razones de peso, como también es por una razón de peso que no dé más detalles en público de nuestras diferencias. De hecho, estas diferencias no son nuestras: son diferencias de la gestión de Joan Laporta con su propio programa electoral", dice Rosell en su carta.
"Sé que soy el perdedor, pero si me voy, el presidente se sentirá más relajado. Y tampoco quiero perjudicarlo, ni forzarlo a destituirme. Sé cómo es y sé que marchándome lo ayudo. Pero yo no pierdo frente a él, pierdo frente a mí mismo, por haberme equivocado al invertir horas, contactos y sacrificios en un proyecto que él ha desvirtuado", dijo.
Rosell, asimismo, envía un 'mensaje' a Laporta: "Jan, no te olvides más de los socios: ellos son los amos del club, ellos te eligieron y a ellos has de rendir cuentas. El Barça ha de ser siempre un club democrático".
El adiós de Bartomeu
Josep Maria Bartomeu, que fue destituido de su cargo al frente del baloncesto en marzo pasado, también expuso inicialmente sus motivos en una carta dirigidas a los socios, en la que también acusa a LAporta de desviarse del proyecto original.
"Decidí seguir como directivo hasta finales de temporada por sentido de la responsabilidad, por coherencia y sobre todo por respeto a los jugadores y a la gente del Palau", afirma.
"Nos pusimos a trabajar y dos años después, aún habiendo conseguido éxitos deportivos, nos encontramos en una situación de conflicto y dimisiones. ¿Por qué? Por el camino se ha perdido el espíritu y muchos de aquellos ideales que formaban parte del proyecto inicial", indica.
Bartomeu se refiere a la falta de "transparencia, de la idea de equipo, la unidad, la confianza, las formas", así como que con el paso de los meses "han ido creciendo las desconfianzas y las vanidades".
El dimisionario directivo comentó que se sintió destituido en el momento en el que en una rueda de prensa al lado de Joan Laporta, Bartomeu expuso en público lo que había dicho en ocasiones en el seno de la junta.
"No fue un acto irresponsable ni desleal (...). Dije que las cosas que funcionan, no es bueno cambiarlas. También dije que la presente no era una temporada de transición para las secciones (...) porque no decirlo en aquel momento era contribuir a hacer más grande el engaño", asegura Bartomeu en su carta.
Rosell y Bartomeu dicen que volverán a sus asientos de socios. Preguntados sobre sus planes futuros, ninguno de los dos desveló si en el futuro iban a trabajar para una plataforma electoral.
EL PRESIDENTE DEL BARÇA ACUSA A SANDRO DE INTENTAR PRESCINDIR DE LA JUNTA, DONDE "ESTABA EN MINORÍA"
Joan Laporta ha expresado su punto de vista acerca de la crisis vivida en la directiva del FC Barcelona, que se ha saldado con las dimisiones del vicepresidente Sandro Rosell y de los directivos Josep Maria Bartomeu, Jordi Monés, Jordi Moix y Xavier Faus (este último dimitió el dia 27/6).
2/6/2005.-El presidente barcelonista ha achacado la dimisión de los cuatro directivos discrepantes, con Sandro Rosell como principal protagonista, a un "problema de divergencias por el modelo de gobierno del club y el proyecto deportivo".
Laporta inició la comparecencia tras la reunión de la junta de urgencia convocada esta tarde asegurando que se trataba de "un día muy triste" para él, ha lamentado no haber sabido "armonizar las discrepancias" de los directivos dimisionarios y les ha agradecido "todo el trabajo que han hecho de buena fe por el Barça".
Acto seguido, el presidente barcelonista ha expuesto los motivos que, a su juicio, acabaron desembocando en la crisis interna. Laporta ha acusado a Rosell de "decir que el club lo teníamos que gobernar él y yo", algo que no le parecía correcto "por respeto a la junta". Y ha recordado que, en ésta, el vicepresidente se encontraba en minoría.
Por lo que respecta a lo deportivo, el presidente barcelonista ha manifestado que Rosell "tenía un enfrentamiento encubierto y sistemático" con el entrenador Frank Rijkaard y el secretario técnico Txiki Begiristain, a los que ha transmitido toda su confianza.
Laporta ha salido al paso de las palabras de Rosell, que este mediodía había calificado de "falso" que hubiese pedido "dos veces" la destitución del técnico holandés.
"Rosell ha estado reiteradamente en contra de Rijkaard y Txiki. Lo estuvo en diciembre del 2003. En mayo y junio del 2004 lo manifestó en la comisión delegada, y también en otros ámbitos. Y hace dos meses también se manifestaba así. Era 'vox populi' que no compartía su proyecto", ha asegurado Laporta.
Rijkard: "Rosell nunca confió en mí"
La última rueda de prensa previa a un partido esta temporada del técnico del Barcelona Frank Rijkaard, estuvo marcada por la polémica en torno al vicepresidente deportivo, Sandro Rosell, después del cruce de declaraciones desatado en las últimas horas, en el que Rijkaard ha desvelado que Rosell le quiso echar en dos ocasiones.
En vísperas de la despedida del campeón de Liga en Anoeta ante la Real Sociedad el entrenador holandés ofreció su versión sobre la situación que le ha separado de Rosell y aseguró que el directivo "nunca" ha confiado en su persona ni en el segundo entrenador, Henk Ten Cate pero que ellos no han tenido culpa de las malas relaciones.
Rijkaard, en tono tranquilo como es habitual pero con una claridad hasta ahora desconocida para hablar del conflicto, explicó que él no inició los problemas con Rosell, sino que ha sido al revés, y que considera que no ha gozado de la confianza del directivo, del que dijo que la segunda vez que quiso su marcha no se lo dijo a la cara.
"Nunca ha tenido confianza en nosotros y, cuando no hay confianza, cómo puedes trabajar juntos", expuso Rijkaard, que aseguró haber estado siempre dispuesto a "trabajar muy a gusto con Sandro". "El problema está más en el otro lado, pero no es mi problema", dijo, trasladando la responsabilidad del conflicto al vicepresidente.
"Sandro es una de las primeras personas que conocí en el club porque él me fichó", señaló, antes de manifestar que la primera vez que pidió su destitución, a mediados de la pasada temporada, fue por los malos resultados del equipo, algo que el técnico aceptó y que quedó "aclarado" con un apretón de manos.
"Pero el otro lado no ha tenido el compromiso y eso ha provocado muchos problemas", añadió. Más adelante, al finalizar la temporada, en la que el Barça concluyó segundo tras una gran remontada en la segunda vuelta, Rosell volvió a pedir la marcha de Rijkaard, aunque esta vez a través de un tercero, según la versión del técnico.
"La segunda vez no me lo dijo personalmente. Personalmente, él me decía que a tope", relató el holandés, que insistió que no tiene "nada en contra" de Rosell y que su intención no es la de "atacar" al directivo, sino que se limita a responder a las preguntas de la prensa sobre el asunto, que puede derivar en la dimisión de Rosell.
TRASLADA LA "SOLUCION" A LA DIRECTIVA.
Para Rijkaard, es un conflicto que debe "solucionarse" en la directiva y que cada uno, incluido Rosell, "debe sacar sus propias conclusiones". Aunque no deseó abiertamente la dimisión del vicepresidente, indicó que "lo mejor es que el club funciona y que todos trabajemos juntos, en la misma dirección, todos contentos".
El técnico cree una "lástima" que Rosell haya tenido problemas "con más de uno" en el club " pero no es mi culpa", pero que fue el vicepresidente el que hace meses se apartó del área deportiva.
"Nunca más se ha presentado a las reuniones", afirmó, aclarando que el secretario técnico, Txiki Begiristain, acudía "cada día".
"Cuando uno se presenta nunca a las reuniones, cómo te vas a comunicar", explicó también el técnico, que entiende que si Rosell no está contento con el proyecto, es que quizá no era partidario de su fichaje. "Para mí, el proyecto empieza con mi presencia. Y si no estaba contento conmigo, es que el proyecto ya empezó con huecos".
En este sentido, desveló que cuando llegó al Barça, preguntó si era un técnico "de un año de transición" a la espera de la llegada de Ronald Koeman u otro técnico, y que Rosell y Begiristain le aclararon que no era así sino que formaba parte del "proyecto". Después, reconoció también los "méritos" de Rosell como parte del mismo.
"ES UNA LOCURA PENSAR QUE CRUYFF LO DIRIGE TODO DESDE FUERA".
Sin embargo, precisó que no es cierto que Rosell impusiera los fichajes de Anderson Luis de Souza, Deco, y de José Edmílson, dado que también fueron aprobados por Begiristain y el propio Rijkaard.
Además, quiso dejar claro que su compatriota Johan Cruyff, cuya figura es otro de los detonantes del caso, no toma decisiones.
Rijkaard afirmó que es "una locura pensar que está dirigiendo todo desde fuera". "Si fuera así, yo no trabajaría un día más aquí. Otra cosa es la amistad y que puedas hablar de fútbol", indicó, antes de explicar que ha hecho "cosas" como hizo Cruyff en su época, pero "sin influencias". "Todo lo que hemos hecho como entrenadores han sido cosas que hemos querido hacer nosotros", sentenció.

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