damia

	31/10/09.-Damià debutó ante el At. Bilbao en la temporada 2004-05 con un notable en un examen que, a priori, se antojaba difícil de aprobar para el joven canterano. Frank Rijkaard decidió confiar en él para suplir la baja del lesionado Belletti en un estadio de los que intimidan como es San Mamés,
y este joven aunque juega de centrocampista respondió a la perfección jugando de defensa. Damiá es admirador del bético Joaquín. Su puesto siempre ha sido de interior ó de extremo, pero la falta de jugadores en el primer equipo ha hecho que Rijkaard lo tuviera que poner como lateral derecho. En el partido ante el Atletic, enfrente tenía a todo un veterano como Ezquerro y a un lateral explosivo, peligroso y peleón como es Del Horno. Pero Damià nunca se arrugó y dejó constancia de que puede ser un jugador valioso en una plantilla tan mermada por las lesiones. El ayer lateral derecho azulgrana no sufrió en ningún momento con Ezquerro. Incluso podrá presumir que el gol de Eto'o llegó tras una asistencia suya. El de l'Empordà progresó por banda derecha gracias a su buena zancada y metió un centro al área que el central del Athletic Murillo se tragó con patatas. Eto'o, que estaba atento, convirtió el regalo en gol. Damià, en una muestra de madurez, corrió a celebrar el gol pero sin aspavientos. Ya estaba pensando en recuperar la posición para que el saque de centro del Athletic no le pillase con el culo al aire. Pero el fútbol es imprevisible y puso a prueba a Damià tras su primer momento de gloria en azulgrana. A los tres minutos del tanto del Barça, el Athletic empató con un golazo de Yeste, quien empalmó un balón colgado al área por Urzaiz. Quien estaba marcando al mediapunta rojiblanco era Damià, a quien, eso sí, no se puede responsabilizar de no haber podido abortar la genialidad de crack del Athletic. El golpe pudo ser duro para el canterano, quien hoy saldrá en varias fotos junto a Yeste en el momento en que éste disparaba a gol. Pero Damià no se arredró. Siguió en su línea e incluso creció en su rendimiento. En defensa no se complicó la vida y demostró que es rápido de reacción y ágil a la hora de salir al corte. Que es bueno por alto se le presuponía porque mide
		1,87 m., pero él lo corroboró. Pero su buena actuación no quedó ahí. Aprovechando los huecos que dejaba el ofensivo Del Horno, se proyectó en varias ocasiones al ataque y, aunque no se aventuró a driblar, cuando tuvo que centrar lo hizo con criterio y, lo que es más importante, con peligro. Al final, y con el partido convertido en un peligroso correcalles, se fue hacia arriba y metió un buen centro al área que Larsson no supo convertir en el que hubiese sido el tanto de la victoria

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