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El retorno del delantero asturiano y del defensa catalán fue, sin duda, la mejor noticia de un duelo plácido para los azulgranas.
Más de ocho meses llevaba esperando el 'Guaje' -y todos los culés- este momento. Por primera vez desde que se fracturó la tibia el pasado 15 de diciembre, Villa volvió a jugar y a sentirse futbolista sobre un terreno de juego. Cómo se le echó de menos la temporada pasada. Y cuánto se le va a necesitar en esta. Su vuelta le convierte, sin duda, en uno de los 'fichajes' estrella del verano. Y lo mismo sucede con Fontàs, que dispuso de media hora para demostrar que la fatídica rotura de ligamento cruzado que sufrió en enero ya es historia.
Puyol, baja de última hora
Tito Vilanova presentó un once inicial que en poco diferirá de su alineación-tipo en la Liga. Con la única ausencia de Puyol, descartado a última hora por una sobrecarga en el muslo derecho, y con Iniesta, que empezó en el banquillo, como novedades destacables.
El Barça continúa engrasando su maquinaria con vistas a su estreno liguero justo dentro de una semana, ante la Real Sociedad, y en la Supercopa de España ante el Real Madrid. Y las sensaciones son buenas. El equipo mantiene intacto el estilo de juego y las virtudes que le llevaron a la cima con Pep Guardiola. Y la adaptación de su único fichaje hasta ahora, Jordi Alba, está siendo sorprendente.
Alba, como en casa
El ex lateral del Valencia sólo ha disputado dos partidos desde que regresó de los Juegos Olímpicos y parece que lleve toda la vida en el Barça. Algo de eso hay. Su formación en La Masia se nota, y mucho. Sus internadas por la izquierda y sus centros llevaron de cabeza a la defensa rumana. Y eso es justo lo que se espera de él.
Messi, infalible
Los azulgranas se tomaron el 'bolo' en Rumanía muy en serio, sobre todo en la primera mitad. Tanto, que a los tres minutos ya ganaban 0-1. Alexis, muy combativo, recuperó el balón y asistió para Messi. El '10' entró en el área y, sin pensárselo dos veces, conectó un zurdazo raso y cruzado que se coló pegado al poste.
El argentino se toma cada partido como si fuera el último y fue una pesadilla para el Dinamo en los 75 minutos que estuvo sobre el césped (por llamarlo de alguna manera). Prácticamente todas las ocasiones antes del descanso llevaron su sello. En el 12', remató alto un centro de su 'socio' Alexis Sánchez. Y en el 28' se repitió la historia.
El chileno, muy luchador e incisivo en la presión defensiva, fue además generoso en su juego. También buscó el remate, sin fortuna, al cabecear flojo un saque de esquina a la media hora.
El césped, un patatal
A pesar del pésimo estado del césped del Estadio Nacional de Bucarest -había zonas peladas, algunas de ellas incluso teñidas con pintura verde- el Barça monopolizó el juego en la primera mitad. El 'tridente' Xavi-Busquets-Cesc se adueñó del balón, sin dar opciones a un rival que no creó peligro hasta después del descanso.
En cambio, el Barça sí lo hizo. Pedro, en el 38', culminó con un disparo que salió rozando el poste una de las incursiones de Alba hasta la línea de fondo. Y en el 39', el meta Balgradean se lució a disparo de Messi.
Carrusel de cambios
La intensidad del choque bajó notablemente en la segunda mitad. Los numerosos cambios no favorecieron a un Barça que sustituyó a medio equipo en el descanso: Adriano, Montoya, Roberto, Afellay e Iniesta entraron por Alba, Alves, Busquets, Alexis y Cesc.
La hora de Fontàs y Villa
Pero no faltaron alicientes. Los más destacados, sin duda, la vuelta de Fontàs y Villa. El catalán entró por Bartra en el 62', siete meses después de su fatídica lesión de rodilla. Y el asturiano en el 72', por Sergi Roberto, algo que no había sucedido desde se rompió la tibia en el Mundial de Clubs en diciembre. Algo menos de media hora para coger de cara a una temporada que será intensa y muy exigente.
Por lo demás, la reanudación no tuvo apenas historia. El Barça soltó el pie del acelerador, el Dinamo se creció y buscó el empate sin acierto. Víctor Valdés resolvió bien las contadas ocasiones locales, deteniendo remates de Tucudean (51'), Grigore (70') y Alexe (76').
Golazo de Afellay
Pero aún hubo tiempo para disfrutar de una auténtica joya: el segundo gol del Barça. El 0-2, con el tiempo ya cumplido, fue para quitarse el sombrero. Mascherano, al más puro 'estilo Xavi', sirvió un magnífico pase en profundidad a Afellay. Y la definición del holandés fue deslumbrante. Controló el balón en el área con el empeine sin dejarlo caer al suelo. Y, a continuación, batió a Balgradean con un sutil toque 'picado' (92'). El mejor epílogo para el final de la minigira europea del Barça. Ya no habrá más pruebas. El domingo que viene espera la Real Sociedad en la Liga.
Alineaciones
Dinamo Bucarest: Balgradean, Nica, Pulhac, Matei, Munteanu, Alexe, Boubacar, Curtean, Grigore, Tucudean y Koulibaly. También jugaron: Axente, Luchin, Musat, Rus, Ba, Danciulescu, Scutaru y Galchev
FC Barcelona: Valdés; Alves (46 Montoya), Piqué (46 Mascherano), Bartra (63 Fontás), Alba (46 Adriano); Cesc (46 Iniesta), Xavi (63 Tello), Busquets (46 Sergi Roberto, 72 Villa), Alexis (46 Afellay), Messi (77 Rafinha), y Pedro (63 Ilie)
Goles del partido: 0-1, min.4: Messi. 0-2, min.90+: Afellay
Árbitro: Cristian Balaj, de Rumanía. Mostró amarilla a Ba (min.74)
Incidencias: Partido amistoso disputado en el Estadio Nacional de Bucarest (45.000esp.) |