Marcelo Anderson da Silva se ha convertido en el último fichaje de Lorenzo Serra Ferrer para esta temporada. Cerrado el plazo de incorporaciones y cuando todos los nombres que surgían tenían como horizonte la próxima campaña, este defensa de 20 años ha aprovechado la baja de Abelardo para hacerse un hueco en la plantilla azulgrana.Marcelo, que llegó al Barcelona a prueba el pasado 29 de enero. El brasileño tenía cerradas las puertas de la plantilla profesional, al haber concluido el último periodo, el invernal, para nuevas incorporaciones. El club no los había podido inscribir para jugar con el filial porque milita en la Segunda División B, en la que no se admite a jugadores extranjeros. La baja de Abelardo, que le mantendrá.

inactivo por lo que resta de campaña, le ha brindado a Marcelo una posibilidad con la que apenas soñaba hace unos meses, cuando militaba en el Guaratinguetá.El nuevo central barcelonista trabajaba en Brasil como agricultor hasta que le vieron jugar y le incorporaron con diecisiete años al Mogi Mirim, el primer equipo donde jugó RivaldoMarcelo, el quinto de siete hermanos, pasó más tarde al Londrina y, hace un año, al Guaratinguetá, club propiedad de la sociedad CSR Futebol que comparten los internacionales brasileños Rivaldo y César Sampaio. Los seis jugadores más destacados del equipo obtuvieron como recompensa una oportunidad en Europa y se entrenaron con el Sant Andreu, del grupo quinto de la Tercera División española. Dos de estos futbolistas, Marcelo y Triguinho se quedaron y por recomendación de Rivaldo se sometieron a examen de los técnicos del Barcelona, quienes respaldaron su fichaje. Unos 20 millones de pesetas y una cláusula de rescisión de 300 millones vinculaba a ambos a la entidad barcelonista, pero la reglamentación les impedía defender la camiseta de su club, cerrado el periodo de fichajes y por su condición de extranjeros.Marcelo tiene hasta el final de la Liga para convencer a los responsables de la plantilla profesional de su valía, aunque ya han surgido las primeras voces que critican la incorporación de un brasileño para suplir una baja cuando se podría recurrir a la cantera. Iban Cuadrado, el central y capitán del filial azulgrana, es el primer perjudicado por el fichaje del defensa recomendado por Rivaldo, aunque el acierto de la operación dependerá del rendimiento que ofrezca el jugador.