Me gustan las fiestas, y me agradan las fiestas porque en ellas la gente se contagia de la alegría que le rodea. Hoy 12 de octubre, celebramos en Aragón la fiesta de la Virgen del Pilar, y claro a mi cabeza acuden un montón de recuerdos de mi niñez. Lo cierto es que entonces, el niño José Antonio las vivía también lleno de alegría… Eran otros tiempos, aún vivían mis padres, y el que escribe esto empezaba el camino de la vida que años después le demostró en muchas ocasiones lo dura que podía ser.
¿Y que pienso del día de Hoy? Pienso que el día de hoy es entrañable, peeeero… sigo creyendo que si yo le tuviera que dar una fiesta a mi madre (para los creyentes la Virgen es la madre), se la daría desde la intimidad pero no le montaría un espectáculo abrumador.
Por otra parte creo también que todo el tinglado de odios alrededor de “patrias” y banderas que veo en este día, y que no entiendo ni entenderé nunca, me desmotiva cada vez más.
Uno, que ha vivido en Zaragoza, en Barcelona, que ahora vive en Torralba y que ha tenido la suerte de viajar por toda España, no de vacaciones sino trabajando, puedo asegurar que jamás vi muros que dividieran autonomías o nacionalidades, que en todos los sitios donde he vivido o he estado me he encontrado en la misma proporción, buenas personas, “bichos” y malas personas, pero en todos los sitios me han aceptado bien porque yo nunca he entrado en guerras absurdas. Para mí, mi patria es allí donde esta mi familia, donde están los míos.