La noticia cae como un jarro de agua fría. Figo pasa de héroe a villano, y de ídolo a pesetero. En la Liga 2000-01, cuando Luis Figo visitó el Camp Nou con la camiseta blanca tuvo que resistir la mayor oleada de pancartas contrarias y pitos ensordecedores como nunca jamás otro jugador había sufrido. Fue una noche amarga para el portugués que en ningún momento se atrevió a correr la banda y menos sacar un córner. Se dedicó a jugar por el centro del campo pero no pudo escapar de la presión existente sobre su persona y del marcaje implacable que esa noche le realizó Puyol, vitoreado por la afición cada vez que le arrebataba el balón. Entre la marcha del portugués y su reaparición como jugador blanco en el Camp Nou, el escritor y articulista Manuel Vázquez Montalbán escribió un artículo en "El País" titulado: "¿Tú también, Figo?", del que reproducimos una gran parte del mismo: "El sino que marca la conflictiva relación entre el Real Madrid y el Barcelona ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma y se adapta a las nuevas situaciones. Recuerden el caso Di Stéfano, que para los barcelonistas fue un robo perpetrado por la Federación Española de Fútbol y de la JONS, un robo verticalista, franquista, de continuidad de guerra civil, cautivo y desarmado el ejército azulgrana. Casi cincuenta años después, donde estuvo Di Stéfano está Figo, pero han cambiado las características del secuestro, y donde hubo conjura parafascista, sólo ha habido la implacable ley del mercado suavizada por la música de fondo de un bolero que podía ser un fado y ha seducido a Figo: se vive solamente una vez y hay que aprender a querer y a vivir. Sin necesidad de utilizar a ninguna instancia oficial o preoficial, Florentino Pérez, se sacó el talonario de los domingos y otras fiestas de guardar y el talón se convirtió en un puente aéreo de alfombra mágica que se llevó a Figo y, ante el estupor barcelonista, nos lo cambió de color. No es mi propósito cometer irreverencia alguna, pero, ¿se imaginan el efecto que produciría la Virgen de Montserrat de pronto tránsfuga en Madrid y perdida su morenez, blanca, de un blanco sobrenatural, ni siquiera biodegradable?. El camino recorrido por Figo lo habían cumplido en el pasado Zamora, Samitier, Tejada, Evaristo, Schuster, Laudrup, pero Figo era tan brillante, tan cumplidor, tan trabajador, tan decisivo a la hora de levantar el orgullo azulgrana, que tenía carnet de catalán y había sido adoptado por un público capaz de convertir en el pasado a Pereda en Perera, y ahora, a Figo en Figa. El resultado de este Barcelona-Madrid de Figo, traidor a un enamoramiento colectivo. En cuanto al causante original de esta trágica secuencia, Florentino Pérez, es tan listo que ha tirado el talón y escondido la mano, según el más puro estilo de mánager posmoderno, de esos que empiezan comprando mitos a los aborígenes periféricos y acaban de presidentes de la República. De qué República es lo de menos". Si en la primera confrontación entre el Barcelona y el Madrid de Figo se saldó 2-0 favorable a los azulgrana, y en el encuentro de vuelta en el "Bernabéu" el tanteo final fue de 2-2, con la anulación de un legítimo gol de Rivaldo a poco de final que habría significado el nuevo triunfo azulgrana, el portugués, en la suma de los dos encuentros, no estuvo a la altura de su categoría. Puyol no le dejó respirar en el primer partido y en el segundo, un poco mejor, tampoco fue el jugador determinante. Ya en la víspera del partido de vuelta, Figo se negó a responder a los enviados especiales de la prensa catalana siempre con la misma respuesta: "Próxima pregunta, por favor". En el diario "La Vanguardia" del 3 de marzo de 2001 se podía leer el siguiente diálogo con el futbolista firmado por Carlos Novo:: _¿El partido es como otro cualquiera en el significado sentimental, si es que para un futbolista profesional esta palabra tiene algún sentido? - Próxima pregunta. -¿Es un descanso que no venga Puyol, el que te marcó en el partido de ida? - Próxima pregunta. - Además de portugués, ¿te sientes ahora madridista también?. - Próxima pregunta. Durante su estancia en el Fútbol Club Barcelona (1995-2000), Luis Figo disputó un total de 249 partidos, amistosos aparte. Estos encuentros se desarrollaron así: 172 de Liga, 26 de Copa de Europa, 26 de Copa de España, 8 de Recopa, 10 de la Copa de la UEFA, 5 de la Supercopa de España y 2 de la Supercopa de Europa. En la suma de estos partidos logró marcar 44 goles: 29 en Liga, 7 en Copa de Europa, 4 en Copa de España, 1 en Recopa y. 3 en Copa de la UEFA. Su palmarés como blaugrana es el siguiente: 2 Ligas (1997-98 y 1998-99), 2 Copas de España (1997 y 1998), 1 Recopa de Europa (1997), 1 Supercopa de España (1996) y 1 Supercopa de Europa (1997). Ganó el Balón de Oro 2000 que concede la revista France Fotball por la campaña que en realidad correspondía a su última temporada con el F.C. Barcelona, premio en que su nuevo club se volcó con una espectacular fiesta. Casi un año después (17-12-2001), Figo, era declarado el mejor futbolista del mundo por la FIFA en una votación en la que intervinieron 130 seleccionadores. El portugués obtuvo 12 puntos más que Beckham, elegido el segundo. El año anterior, Figo había quedado segundo detrás del francés Zinedine Zidane. Luis Figo está a punto de cumplir su partido número 100 con la Selección portuguesa. Con las selecciones inferiores logró el Campeonato de Europa Sub-16 (1989) y el Campeonato del Mundo "Sub-20" (1991).